Copywriter Jean Paul Belmonte

¿Sabes cuál es el problema de muchas cartas de ventas?


Se concentran más en sorprender que en ser honestas

Yo no voy a hacer eso.

Esta carta no tiene ninguna promesa oculta, ningún “truco” de marketing.

Lo que si te digo es que te hablaré con respeto. Además de esto es probable que encuentres algunas faltas ortográficas, y si esto te molesta nada que hacer, por que a mi no me preocupa, tampoco voy de pasado con los errores, solo te digo que es probable que encuentres alguno.

En esta carta hay una historia de cuando caminaba por las nubes enamorado que si la entiendes, al margen de que busques a un copywriter o no lo busques, es casi seguro que te ayudará a vender.


Pero antes, déjame aclarar algo…

Hay dos tipos de copywriter en el mundo: los que te venden palabras bonitas y los que realmente venden. Solo te sirve trabajar con los que te hacen facturar.

Por ejemplo si quieres vender planes vacacionales, para que disfrutes de los mejores lugares y mejores hoteles o alquileres un copywriter de palabras bonitas diría:

"Cada año que pasa es una oportunidad menos de vivir las vacaciones que realmente te mereces. Este es el momento de hacer algo inolvidable. No estás comprando un viaje, estás invirtiendo en recuerdos que contarás para siempre. ¿Te animas?".


Un copywriter de verdad te escribirá algo así:

"Si tienes 64 años, te quedan unas 16 vacaciones.

No hay tiempo para quedarse en el promedio."

Si es jodido, pero qué quieres que te diga, en promedio vivmos unos ochenta años y apelo a la honestidad pura.

Por eso los que escriben bien te darán textos bonitos, llenos de metáforas y palabras “persuasivas”. No te servirá de mucho.

Mientras que los otros, los que venden, saben que la escritura persuasiva no está en las palabras bonitas, sino en cómo esas palabras crean imágenes claras en la cabeza del cliente.

¿Ya lo vas pillando?

El copywriting no es un arte decorativo, es una herramienta para conseguir que la gente mire, actúe, que compre.

Pues muy bien. En este punto ya me debes estar entendiendo.

Sinceramente, si no estás dispuesto a entender lo que estoy diciendo, mejor que no me contrates. No estoy aquí para convencerte. Estoy aquí para trabajar con los que realmente quieren vender.

De momento no te lo aconsejo. Aunque lógicamente puedes hacer con esa información lo que quieras.

Si tienes un negocio online o físico, hay algo fundamental que debes tener claro:

La gente no compra por lo que ve.

Compra por lo que puede imaginarse.


 
Eso es lo que realmente importa.


Y aquí está la clave:

Si no puedes hacer que visualicen lo que ofreces, difícilmente van a sacar la billetera.

No se trata de precios, de lo que hace la competencia o de los colores de tu página web.

Se trata de cómo lo cuentas, de cómo haces que lo vean en sus cabezas.

Es mucho más importante proyectar seguridad que simplemente tenerla.

Y esto es clave para que vendas con tu web. C-L-A-V-E.

No hay duda al respecto. La «visión» en la cabeza es la que cambia el estado de ánimo.

Es cómo lo comuniques.

Cómo lo vendas.

A ver.

Es mucho más importante parecer bueno que serlo.

Y antes de que te indignes, hay una cosa que no admite discusión:

Si eres un profesional competente y no eres capaz de parecerlo, estás jodido.

Si eres un profesional competente y eres capaz de parecerlo, ganas dinero. Todo en orden.

Si no eres un profesional competente y no eres capaz de parecerlo, prepara una salida segura.

Si no eres un profesional competete y eres capaz de parecerlo, o eres un estafador o eres un genio. O las dos cosas.

Pero parecer competente es imprescindible. Serlo es lo adecuado, pero podrías vivir muy bien sin serlo. Sin parecerlo, lo dudo mucho.

Ahora.

No tengo idea de cuáles son tus condiciones para trabajar con alguien, pero voy a ser claro sobre las mías.

Solo pido dos cosas.


Dos.

No una.

Dos.

Primero, trabajo con gente que tenga agallas. Esto aplica tanto para hombres como para mujeres, para que no haya malentendidos.
No voy perdiendo el tiempo con quienes no creen en lo que venden, no saben a quién se lo están vendiendo o se pasan quejándose de la competencia como si estuviéramos en el recreo de la escuela.


Esto es un negocio, no un club de lamentos.

Así que si quieres trabajar conmigo, más te vale tener coraje y una mente propia, no rentada al mejor postor.

Segundo, necesito que entiendas esta historia que te voy a contar.

La vez que me sentía dueño del mundo.

Vaya a usted a saber como esta mujer se fijó en mí, un barrigón al mejor estilo de winnie de poh. Con el tiempo me gané el apodo. no me importaba, llegue a disfrutarlo.

La cosa es que yo era un tipo normal, con 28 años que aparentaba seguridad, era jovial, jodedor y alegre, solo esperaba la hora de salir del trabajo para ir a la otra oficina donde nos todos reuníamos todos a tomar cerveza, nos sentábamos en un murito de jardín a conversar de todo menos del trabajo, era la mejor lugar al que podías ir y olvidarte de todo por unas horas y así la bautizamos LA OFICINA.

El hecho es que eso era lo que yo proyectaba, (aparentaba seguridad) pero también era muy distinto a la mayoría(vivía en las nubes).

Sabia, o tenia claro de qué era lo que había que hacer, pero no entendía el camino, nunca lo tome, solo lo imaginaba. Y el tiempo y la vida son implacables, no dudan en darte una bofetada de realidad, de esas durísimas que se dan en las competencias que hay ahora, joder se pegan fuerte. La vaina es que cuando despiertas estás al final de la fila, llegando tarde a todo.

Pero realmente por qué se fijó en mí no lo sé, lo cierto es que a mi manera y fortuna, logre conquistar a una mujer hermosa de la que estuve enamorado.

La pasamos bien mientras se pudo, mientras que la vida nos daba más razones para seguir adelante la travesía de una vida juntos.

Pronto conoció la otra parte de mi, esa que anhelaba una vida y que no seguía los caminos, yo solo los imaginaba, y de la imaginación es muy difícil vivir. Si no aterrizas llegarás tarde siempre, mi querido Mayor Tom.

A pesar de esto en poco tiempo nos casamos y comenzamos a hacer lo que se suponía que debíamos hacer.

Segados por el amor y la esperanza, iniciamos el camino hacia el fin, un fin que ya estaba escrito hace tiempo.

Como te lo he mencionado antes, el tiempo y la vida no tienen piedad. Golpea y golpea fuerte, golpes que despiertan del sueño maravilloso que tengas.

El tiempo y las acciones fueron mostrando las costuras de esta sociedad ilusionada y enamorada.

Y sin darme cuenta la realidad tocó mi mundo mágico y nuestra sociedad se disuelve, desaparece.

No se puede vivir en el imaginario, debía aterrizar al Mayor Tom.

Y que paso?

Nunca toque tierra.

No lo hice.

Ella sí.

Eso es todo.

Fin.

Ya en tierra, me tocó asumir con autocrítica más profunda que haya experimentado en mi vida.

Fue un trago amargo como el del aceite de ricino, ese líquido intomable. El dolor del amor es extraño por que no se somatiza en alguna parte del cuerpo, pero pesa, pesa como un yunque amarrado a tu espalda.

Ahora, esa experiencia vivida me mantiene aterrizado con una cuerda que me sujeta de no irme mucho tiempo a mi mundo mágico, porque me gusta, me gusta ver la vida desde arriba, imaginarlos proyectarlos, debo reconocer que me agrada.

De esta historia hay dos lecciones que nos pueden servir.

La primera.

Debo reconocer, lo que ella hizo muy bien fue que las formas de autoridad no deben ser sometidas a debate.

En un negocio, debes mostrar principios de autoridad que pueden ser más o menos sutiles, pero no son negociables.

La gente compra seguridad, y eso debemos darles.

Y lo segundo

Aprendí que hay que ser mucho más empático. hay que salir de nuestra cabeza y entrar en la de los demás

NO SALIR DE TU CABEZA ES ESTUPIDO.

    ESO MATA LAS VENTAS.

Tus motivaciones no le importan a nadie, importan las del otro, las del que compra.

Es importante que entiendas esto antes de que sigamos adelante…

Si decides trabajar conmigo, estudiaré tu mercado, tu negocio y tu producto a fondo. Pero te lo dejo claro: si después de todo eso decides regalar tu trabajo con descuentos a cualquiera que pase por la puerta, mejor ni me llames.

Los que de verdad ganan dinero no andan mendigando ventas ni ajustando precios por miedo a perder clientes.

Así que si esperas un copywritter al que puedas ignorar después de darle unas cuantas instrucciones, no cuentes conmigo.

Mi trabajo es estratégico y si cambias algo, quiero saberlo.

Tal vez pienses que lo digo porque soy copywritter, pero la verdad es que los textos son clave para vender. Si contratas a alguien que no sea muy bueno en esto, prepárate para perder mucho dinero. Esto no es sólo tu negocio, es también mi reputación, y no me la juego a la ligera.

Y ya que estamos, si contratas a un profesional, tienes que confiar en él. No contrates a alguien para luego decirle cómo hacer su trabajo. Yo no le diría a un electricista cómo conectar los cables, porque no tengo ni idea. Lo mismo aplica aquí.

Es muy probable que te estés pensando que soy arrogante, puede que a veces lo sea un poco. Pero soy una persona educada y con una capacidad de escucha grande. Con esto te quiero decir que no me gusta perder el tiempo.

Si decides que soy la persona indicada, ten en cuenta que mis servicios no son baratos y que cada vez te costará más contratarme. Ah, y por cierto, me pagas el 25% por adelantado. Después de nuestra reunión, antes de que ponga una sola palabra en papel, el resto del proyecto debe estar pagado.

No trabajo sin paga.

Nunca.

Para nadie.

Y sí, yo pago por adelantado cuando contrató a profesionales. Valoro su tiempo y trabajo. Así que si no tienes problema en seguir estas condiciones, adelante.

Si no, no es negociable.

Si esto te parece bien, rellena el formulario y me pondré en contacto aunque no esté interesado en tu proyecto.

Que este bien.

                                                                                              Jean Paul Monroy.

walter mitty viendo el horizonte
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